Aguas Andinas se defiende tras juicio por venta de Essal: "actuamos de manera diligente, transparente y con total rigurosidad"

Ya han pasado casi dos años desde que la sanitaria Aguas Andinas concretó la venta del 100% de su participación en la sociedad Inversiones Iberaguas, que controla la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal), a Algonquin Power & Utilities Corp. Pero el negocio retoma el interés debido al proceso judicial que hace algunos días abrió la canadiense en contra de la sanitaria. 

El viernes Aguas Andinas informó a la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF) que el 25 de este mes fue notificada de "diversas demandas de indemnización de perjuicios por supuestos incumplimientos de garantía de indemnidad e incumplimientos de contrato", según mencionan, y que fueron interpuestas por la empresa norteamericana de energía renovable en el marco del proceso de compraventa de Essal. 

“Las demandas son improcedentes frente a un proceso de compraventa que fue detallado”, argumenta Aguas Andinas.

De esta manera, la firma extranjera comunicó a Aguas Andinas que inició una serie de demandas subsidiarias en juicio arbitral en su contra por Eco Acquisitionco SpA -sociedad constituida en Chile y operada por la Algonquin-, y que reclama el pago de indemnizaciones por un total de $65.222 millones. Es decir, US$73,4 millones.

Sin embargo, la sanitaria de la RM rechazó aquellos dichos y dijo que "carecen de fundamento", según lo expresado ante la CMF.

Y aclararon que "en la operación de venta y cesión antedicha, Aguas Andinas asumió las responsabilidades habituales en una operación de estas características, la que está limitada a la cantidad total de US$ 11.500.000", equivalente a poco más de $10 mil millones.

Aguas Andinas defiende su postura

Consultada al respecto, desde la sanitaria aseguraron que "durante todo el proceso de venta y cesión, Aguas Andinas actuó de manera diligente, transparente y con total rigurosidad y apego a la normativa vigente". E hicieron énfasis en que asumieron todas las responsabilidades habituales en una operación de estas características.

Asimismo, indicaron que "los contratos suscritos entre ambas empresas prevén limitaciones adicionales de responsabilidad por concepto de montos de pérdidas individuales, oportunidad de reclamaciones y recuperación de seguros, además de pérdidas derivadas de hechos previamente conocidos por el comprador".

Esto, mientras que fuentes cercanas a Algonquin comentaron que mientras el proceso de arbitraje esté en curso, la canadiense -que actualmente está siendo asesorada por el estudio de abogados Carey-, no se referirá en grandes términos a este hecho. 

Por ahora, Aguas Andinas tiene plazo hasta el próximo 24 de octubre para presentar los documentos que avalen su defensa.

Y dijeron que evaluarán los pasos legales a seguir "que de cualquier modo harán valer las limitaciones mencionadas en las instancias procesales que correspondan para que las demandas presentadas por Acquistionco SpA sean rechazadas de manera íntegra". 

Crisis de Essal y multa de la SISS

A principios de julio de 2019 más de mil litros de petróleo destinados al funcionamiento de uno de los generadores  fueron derramados en la planta de agua potable Essal, en Osorno. Y la crisis sanitaria fue tal, que cerca de 48 mil habitantes de aquella zona quedaron sin suministro hídrico durante 10 días. 

Y fue en este sentido que, tras el incidente, en enero de 2020 desde Aguas Andinas informaron que pondrían en venta su participación del 53,5% de Essal. Esto, en medio de la multa cursada por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) a Essal por 2.720 UTA, la cifra más alta en toda su historia, y que debió ser pagada en ese entonces por la sanitaria de la RM. 

En aquella instancia el regulador se refirió al caso como "inédito en el sector sanitario". Y dijo que "la indagatoria inicial realizada por la SISS concluyó que los hechos investigados son de la mayor gravedad por su duración y por sus repercusiones en la población".

Pese a esto, meses más tarde Aguas Andinas concretó la venta de su participación en la sanitaria de la zona sur del país por una suma de US$ 92,3 millones. Y explicaron que esta operación se debió a "razones estrictamente empresariales".